– El útero sigue creciendo ya percibes su peso. En la medida que aumenta su volumen empieza a molestar a los órganos vecinos. Su vascularización venosa y arterial se intensifica.
– La vagina puede empezar a estar congestiva.
– La vulva se edematiza discretamente y pueden aparecer varices.
– El pecho aumenta un poco su volumen y está muy sensible.

Sufre los rigores de la influencia hormonal y puede aumentar el cloasma. En casos aislados pueden iniciarse las estrías en el abdomen.

Ya sufre el tamaño del útero que aplasta la vejiga disminuyendo su capacidad, obligándote a ir muchas veces al baño. También comprime los uréteres causando episodios de infecciones urinarias.
En su funcionamiento, el riñón debe trabajar más para recibir un flujo plasmático aumentado en un 40%. También se modifica funcionalmente con un incremento del filtrado glomerular que beneficia a la gestante con un descenso de la urea.

– El corazón aumenta su tamaño y se desplaza hacia un lado por la elevación del diafragma. A veces, si te auscultan puede aparecer un soplo sistólico que desaparece con la finalización del embarazo.
– El gasto cardiaco aumenta un poco más que en el trimestre anterior.
– La frecuencia cardiaca aumenta en unos 15 latidos por minuto.
– La tensión arterial sigue un poco baja, si todo va bien.
– La presión venosa se encuentra muy aumentada en las extremidades inferiores y en la pelvis por la presión y compresión que ejerce el tamaño del útero eso justifica la aparición de varices que nunca habías tenido.

El volumen respiratorio aumenta y también la circunferencia torácica. El diafragma se eleva unos cuatro centímetros comprimiendo hacia la base de los pulmones.Algunas gestantes pueden padecer un poco de disnea al realizar cualquier pequeño esfuerzo. La aparición de congestión de la mucosa nasal es común en muchos casos. Dicha congestión dificulta la respiración normal por la nariz y al respirar por la boca es frecuente padecer catarros.

Todo el aparato digestivo se encuentra afectado por la compresión y desplazamiento que el útero está ejerciendo.

La dificultad del vaciado gástrico, en la digestión, y el enlentecimiento del tránsito intestinal producen mucho disconfort en la gestante.

Empieza a sufrir en la columna vertebral las modificaciones posturales a la altura de la zona lumbar. Las molestias por la posición forzada que debe adoptar por necesidad estática se mantienen hasta el final de la gestación.