1. No solo tomes en cuenta tus necesidades.
Los adolescentes se organizan a su propio ritmo y por sus propias razones, no sólo por complacer a los padres. Todos tenemos nuestros momentos de «desorganización» pero si en tu hijo eso incluye perder material escolar, llegar tarde a prácticas deportivas, perder uniformes, etc, el costo ya es más alto.
Ayude a tu adolescente a identificar sus propias motivaciones en términos positivos: «Quiero agregar tareas extracurriculares in afectar mi tiempo de descanso o familiar» o «Quiero a obtener mejores calificaciones en la escuela.» Todo el mundo está más motivado por una afirmación positiva que por una negativa.
2. Dale confianza.
Tu hijo tiene que cambiar la imagen que tiene de sí mismo como «irremediablemente desorganizado». Elimina frases como «eres un vago» y «la habitación es un tiradero». En su lugar, sigue concentrándote en lo positivo: su cuarto puede ser un desorden, pero la tarea la tiene lista a tiempo. Tal vez tenga papeles apilados por todas partes, pero sus camisas están dobladas y acomodadas. Reconocer las formas en que se organiza a su hijo y hacerle saber que estás segura de que puede aplicar esas habilidades a otras áreas de su vida, lo harán sentir mejor, de manera notable.
3. Eliminar la presión para deshacerse de cosas.
Orden no significa tirar cosas. Esto solo genera resultados temporales. La verdad es que la organización se trata de identificar lo que es importante para todos.
Last modified: 14 octubre, 2010