Como otros futuros hitos en la vida de tu hijo, el control de esfínteres es un proceso de aprendizaje, no un proceso disciplinario y para empezar con el pie derecho, debes distinguir bien uno del otro. No hacerlo implicaría frustración en ambas partes y un retroceso del cual les será muy difícil salir.

Un estudio reciente sugiere que el momento ideal para que su hijo deje de usar pañales es entre los 27 y los 32 meses. Los niños que recibieron entrenamiento en control de los esfínteres después de los 32 meses tenían más probabilidades de sufrir de incontinencia de urgencia, es decir, mojar la cama durante el día y la noche, entre los cuatro y los doce años de edad.

Y entrenar a los niños en el control de los esfínteres antes de los 27 meses por lo general tampoco funciona, según la información de respaldo del estudio. Investigaciones anteriores han mostrado que entrenar en el control de los esfínteres demasiado pronto tan sólo prolonga el proceso.

Algunos profesionales indican que entre los 18 y 24 meses se pueden dar los primeros pasos en la educación del control de esfínteres. Lo cierto es que cada niño es distinto y deben reunir cierta cantidad de habilidades para llegar al objetivo final: la continencia.

Mi hijo estará listo?

Tu hijo estará listo si cumple la mayoría de estos items:

* Pide usar la bacinica o el inodoro.
* El deseo de estar limpio: muestra disgusto por los pañales mojados.
* Tiene un sentido de lo socialmente correcto e incorrecto (vergüenza por tener los pantalones mojados).
* Permanece seco por más de dos horas o se despierta seco de una siesta.
* Camina solo con seguridad y sabe subirse y bajarse los pantalones.
* Pide ir al baño, aunque sea por curiosidad.
* Quiere usar ropa interior “como los niños grandes”.
* Se da cuenta cuando tiene ganas de ir al baño.
* Puede entender y decir cosas como “mojado”, “seco”, “bacinica” o “pipí”. Pregunta sobre el tema.
* Que pueda saltar o brincar con los dos pies juntos y sube y baja escaleras sin o con poca ayuda. Ambos implican tener control sobre los músculos de la parte inferior del abdomen.
* Juega a trasvasar líquidos, señal de que registra el concepto de continencia.

Y por donde empezar?

Tu hijo lleva la mayor carga de trabajo, créelo. Tiene que entender lo que quiere, y luego tiene que aprender a hacerlo. Además de conocer sus sensaciones corporales, tener tiempo para llegar al baño y bajar la ropa. Primero tiene que lograr contraer los músculos del esfínter para lograr el control, y luego, relajarlos para evacuar. No! no te asustes: los niños siempre están ansiosos de aprender y si te ve de buen humor y motivada, el aprendizaje será un juego y no una tortura.

Habitualmente, el control de esfínteres sigue un patrón. Primero viene la regularidad intestinal, a menudo seguida de control de los intestinos. El control de la vejiga durante el día llegará después y, finalmente, llegará el control nocturno de la vejiga.

Lo descrito es un patrón habitual, más no es un patrón obligatorio: las niñas suelen lograr el control antes que los niños, y los niños mayores de 3 años pueden tener control de la vejiga, pero no tienen control total de sus esfínteres. Y hay niños que logran el control diurno y nocturno de forma simultánea, aunque en un porcentaje muy mínimo.

La mejor época del año para comenzar a entrenarlos es cuando empieza el clima cálido: se usa menos ropa y te verás lavando menos cantidad de ropa con «accidentes».

A comprar

A tu consideración queda comprar una taza portátil para tu hijo (bacinica, pelela) o usar un reductor de taza, y que el pequeño se acostumbre a usar el mismo inodoro que el resto de la familia.

Debes comprar ropa interior de tela de puro algodón en cantidad. Comprarla junto a tu hijo es un buen estímulo: busca ropa que tenga sus personajes preferidos. Tu hijo mojará el piso las primeras veces y la ropa se mojará. Explícale que eso se puede evitar, yendo al baño.

Otras mamás prefieren comprar calzoncitos entrenadores. Esto representa un inconveniente: son muy similares a los pañales y no resisten la misma cantidad de líquidos: debes hacerle notar la diferencia entre unos y otros para no confundirlo.

Debes evitar

* Evita la comparación con otros niños de su edad ya que le harás sentir inferior si los demás lo han conseguido y él no.

* Evita en este proceso el contacto con mamás que presumen de los logros de su niño ya que harán sentir mal al tuyo. Explícale que cada uno necesita su tiempo y que eso no es bueno ni malo.

* Si el niño pasará por cambios importantes próximamente como un cambio de domicilio, separación de los padres o vacaciones, deja los intentos para más adelante.

Si no quieres hablarle del tema…

Si no quieres hacer nada sobre éste tema y esperar a que tu hijo lo descubra por si mismo, recuerda que los niños siempre tienen que saber qué esperamos de ellos, aunque no los forcemos. Nada mejor que prestarle atención a tu hijo e ir introduciendo el tema de ir al baño, llevándolo contigo. Si no muestra interés, no es su momento aún.

Y recuerda que cualquier proceso, se sobrelleva mejor con una madre amorosa que tiene toda la paciencia del mundo para entregarle a su hijo.