Con los cambios de temperatura, grande y pequeños estamos expuestos al resfrío y a la gripe.

Los síntomas de la gripe pueden variar de niño en niño e -incluso- pueden cambiar a medida que avanza la enfermedad, así que si sospechas que la gripe empieza a complicarse, llama a médico. Siempre digo que es mejor pecar de exagerada que lamentar daños mayores.

Algunas enfermedades bacterianas, como faringitis estreptocócica o la neumonía, también puede verse como la gripe o un resfriado. Es importante obtener atención médica de inmediato si tu hijo parece estar empeorando, está teniendo problemas para respirar, tiene fiebre alta, tiene un fuerte dolor de cabeza, tiene un dolor de garganta, o parece estar confundido.

Mientras que incluso los niños sanos pueden sufrir complicaciones de la gripe, los niños con ciertas condiciones médicas están en más de un riesgo. Si crees que tu hijo podría tener la gripe, consulta a su médico.

Calmantes naturales

Cuando uno es adulto puede no molestarle tomar mediación para aliviar los síntomas. Pero si de los más pequeños hablamos, podemos tener cierta incertidumbre ante el hecho de hacerles ingerir distintos medicamentos.

Hay opciones naturales que aunadas con un reposo constante y algunos mimos de mamá, hacen maravillas.

Un sopa de pollo calentita es un viejo remedio que ha demostrado su efectividad. Impide que los neutrófilos (un grupo de células blancas de la sangre) se reúnan en masa y causen inflamación, evitando así el aumento repentino a gran escala de la producción de moco. Además, la sopa caliente limpia la mucosidad.

Agregar ajo fresco picado en la sopa, le dará un impulso al sistema inmunológico. Además de destruir los gérmenes, el ajo estimula la liberación de un cierto grupo de células asesinas naturales que son parte del arsenal que el sistema inmune utiliza para combatir los gérmenes.

Beba mucha agua, por lo menos ocho vasos de 250 ml por día, ayuda a preservar la humedad de sus mucosas y aliviar diversos síntomas del resfriado común, tales como el ojo seco. Los líquidos también ayudar a adelgazar la mucosa y, por lo tanto, para facilitar la expulsión.

Kleenex al rescate

Para esas épocas, nunca olvido llevar conmigo los paquetitos de pañuelos desechables de Kleenex.

Mi hija mayor los lleva en la mochila al colegio y tanto mi marido como yo tenemos nuestras respectivas cajitas en nuestros escritorios.

Y no solo son útiles en esta época de resfríos: muchas veces, los pañuelos Kleenex han salido a nuestro rescate en un restaurante o en un baño público. Son irreemplazables y su alta calidad nunca ha sido igualada.

Y tu, ¿tienes alguna experiencia Kleenex para compartirme?

Descargo/Disclousure: Fui compensada económicamente por redactar este post, y fue una colaboración para Latina Bloggers Connect y Kleenex.