Y en nuestra sección «te estoy leyendo pero no te lo creo»…

Esta desafortunada historia transcurrió en Rumania y la protagonista es la socialite Monica Gabor, a quien -por aquellas tierras- le dicen «la Paris Hilton rumana». Van entendiendo lo poco prometedora de la historia?

Monica Gabor (tal vez queriendo imitar a su ídolo Angelina Jolie) adoptó un niño de 3 años de edad en el Centro de adopción en Bucarest, jurando que a ese pequeño no le faltaría «nada de nada».

Y como consecuencia de pasar su primera noche en un ambiente desconocido, el pequeño lloró y lloró. Y según Gabor, lloró toda la noche. A la mañana siguiente, la señora de alta sociedad regresó al niño al orfanato argumentando que nadie le había explicado que un pequeño podía «llorar toda la noche sin parar». Y el peor pecado fue «haberla mantenido despierta toda la noche».

No, no es broma.

Según han reconstruido los medios periodísticos de su país, la visita al orfanato de la señora se debía a que su imagen estaba algo empañada luego se separarse de su marido multimillonario y el «adoptar» un niño, la devolvía a la palestra. Claro, no contó que regresar al pequeño la volvería a sumir en el escándalo.

La adopción es un proceso sumamente serio que puede derribar hasta el más férreo espíritu altruista. Hemos leído casos y casos de personas en Estados Unidos que han adoptado niños de Rusia y los han regresado a su país natal en aviones, solos, porque «la adopción no era lo que ellos esperaban».

Qué opinión te merece esta noticia? Regresar al pequeño le evitó a éste un mayor trauma en el futuro?

Imagen cortesía de Splash News/RB360