30 marzo, 2017• byViviana Gonzalez
Una vez que confirmamos el embarazo -planeado o no- y luego del shock y festejos iniciales, nunca es demasiado pronto para empezar a prepararse económicamente para la llegada del bebé. Y podemos separar esta preparación en 3 claras etapas: embarazo, previa llegada del bebé y el bebé en casa.
Preparándote económicamente para la llegada del bebé
Durante el embarazo
Minimiza los gastos extras: Es muy válido pensar en aprovechar estos meses para salir en pareja, tranquilos y sin estar preocupados por el bebé que los espera en la casa. Pero estas salidas son un impacto muy grande en la economía. Si son de salir 2 ó 3 veces por fin de semana, no hace falta calcular demasiado en como se va el dinero por allí. Es buena idea en pensar reducir esas salidas a 1 ó 2 por mes.
Ahorra para los gastos del parto: No importa que apenas estás en la semana 12, desde ya puedes ir ahorrando quincena con quincena un monto para pagar al obstetra y al equipo que lo asistirán en el momento del parto. Es algo que debes considerar si tu plan de salud no lo cubre al 100% o si no tienes un seguro de gastos médicos.
Hacer los gastos de una sola vez Desde ahora pueden considerar la opción de un préstamo. Y para elegir la opción que se adecue a tus necesidades, te sugiero comparar y analizar las opciones que encuentras en Credy24. De esta sencilla manera, podrán armarse con todo lo necesario para recibir al bebé (carriola, cunas, cambiador, fular, etc.) y ya olvidarse de cualquier pendiente relacionado a esas compras.
Previa llegada del bebé
Evita compras innecesarias: Ese catre con tela orgánica y tul es digno de la realeza, pero muy poco práctico. Piensa que tu bebé no lo podrá usar más allá de los 4 meses. Y éste es solo un ejemplo de las muchas cosas que encontrarás en el mercado y creerás (o querrán hacerte creer) que son cosas que tu bebé necesita y no es cierto. Tu bebé necesita mucho menos de lo que crees.
Ropita para el bebé: Compra solo lo indispensable, recibirás regalos y los bebés dejan la ropa muy rápidamente. Con 3 cambios por días de la semana, ya estás más que lista para recibir a tu bebé. Para darte una idea de lo que necesita tu bebé, checa nuestro post Guardarropa para el recién nacido.
Prestado o regalado: Si alguien se ofrece a «prestarte» algún elemento con la consigna de que debe ser regresado en buenas condiciones, considera si el riesgo es necesario. Si alguien te ofrece ropita que sus hijos no usen, asegúrate que sea un regalo y que luego no te reclamen lo que se te dio. Evítate problemas con familiares y amistades.
Infórmate sobre lactancia materna: El pecho no solo es lo mejor para tu bebé, es un ahorro abismal si haces la cuenta de cuanta fórmula al mes usarás, los biberones que tendrás que lavar y desinfectar, gastando agua y gas en cantidad. Y tiempo!
Bebé en casa
Pañales: Suscríbete a las fan page de los principales supermercado de tu zona. Así te enterarás si tienen ofertas de pañales. Si tu bebé es tala pequeña y la oferta es para pañales grandes, cómpralos sin culpa, porque es algo que usará seguramente. Recuerda comprar calidad, porque un pañal económico, pero que te hace gastar en pomadas para rozaduras, no sirve para nada!
Otros recursos
Puede ser que -principalmente- acercándose la fecha de parto, noten que lo ahorrado supera a lo presupuestado. Porque no solo será cubrir los gastos médicos relacionados al parto. Luego, llegarán las 2/3 primeras citas obligatorias con el pediatra y tu revisión postparto con el ginecólogo. Para momento así, se puede considerar recurrir a una empresa seria de préstamos online. Lo ideal? Una que ofrezca préstamos personales sin buro y aún estando en alguna lista de morosos. Todo esto a sabiendas que deberemos solicitar en préstamo un monto real, que no se nos haga luego pesado pagar y con la responsabilidad de cumplir con esos pagos.
La voz de la experiencia: Consulta con otras mamás qué tanto compraron y qué fue lo que realmente usaron.
Y no olvides que tu buen juicio debe ir por delante de todo, para aprender desde ahora a ahorrar y tener siempre ese «colchoncito» para cualquier imprevisto futuro. Porque económicamente hablando, nadie tiene nada asegurado.
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Last modified: 13 junio, 2021