¿Qué es el ácido fólico y para qué sirve?

El ácido fólico es esencial para la producción de glóbulos rojos y la hemoglobina . También es crucial para la síntesis de ADN y por lo tanto la división y crecimiento de las células. En resumidas cuentas, el ácido fólico es fundamental para el desarrollo normal del feto. De todas las vitaminas que se pueden tomar durante el embarazo , el ácido fólico tiene especial importancia en el desarrollo neurológico del bebé. La ingesta inadecuada de ácido fólico durante el embarazo puede dar lugar a defectos del tubo neural (DTN) como espina bífida y malformación del cerebro. También puede reducir paladar hendido y labio leporino.

Tomar ácido fólico antes de concebir y durante los primeros meses de su embarazo ha demostrado reducir la incidencia de espina bífida y defectos neurológicos en los bebés hasta en un 72 por ciento.

¿Cuando debo tomar ácido fólico?

Si estás planificando iniciar o ampliar la familia, lo ideal es comenzar a tomar vitaminas prenatales al menos dos meses antes de la concepción. Una buena vitamina prenatal debe incluir el ácido fólico y calcio entre otros nutrientes porque son importantes para un embarazo y un bebé saludables. Toma el ácido fólico todos los días.

¿Quién puede necesitar ácido fólico extra?

Algunas mujeres tienen un mayor riesgo de tener un bebé con un defecto del tubo neural en comparación con la población en general. Las que ya han tenido un hijo con defectos del tubo neural , o ha tenido diabetes antes del embarazo, epilepsia o un historial familiar de defectos del tubo neural , deberían tomar una dosis mayor de ácido fólico. Las mujeres con epilepsia necesita una dosis mayor de ácido fólico porque los medicamentos anticonvulsivos interfieren con la absorción de los nutrientes. Si tienes un sobrepeso significativo, también necesitarás una dosis mayor de ácido fólico también.

Recuerda que lo mejor es consultar a tu médico cual será tu dosis adecuada

¿En cuáles alimentos encuentro el ácido fólico?

Se encuentra en verduras de hojas verdes. También en las frutas como naranjas, pomelos, papayas y fresas. El pan integral, lentejas, maíz y garbanzos son también buenas opciones, así como el hígado, la mantequilla de maní , frijoles secos y guisantes.