Entender y sobrellevar la angustia del octavo mes (o angustia por separación) es difícil para los padres. Pero no debería ser algo difícil de entender: un bebé se siente absolutamente ligado a su mamá, ella lo alimenta, lo atiende, estuvieron íntimamente ligados por 9 meses, ella le da protección, lo reconforta y de repente… el bebé comienza a comprender que esa parte de si mismo hay veces que no está, comienza a perder esa sensación de unión… y allí aparece la angustia por separación.

Cabe destacar que la «separación» no se limita a la ausencia de una mamá que trabaja fuera de casa. Dejarlo en alguna habitación de tu casa, mientras tu cocinas o vas al baño, es una sensación de abandono y angustia para tu bebé, por el simple hecho de no verte. Es un momento de miedo y lo vive varias veces cada día, mientras se debate entre conservar ese apego a su mamá y el sentimiento de volverse independiente.

En esta etapa destaca el llanto ante cualquier posible separación y si, es una situación caótica para bebes y padres

No todos los niños tienen ansiedad por separación. Generalmente, los niños que han estado en contacto con diversas personas, como en una guardería o estancia infantil, son los que pasan ésta etapa sin mayores alteraciones, dado que se sienten más cómodos con los extraños y más seguros de que sus padres volverán rápidamente.

Esta etapa es una situación pasajera, parte de su crecimiento, que será superada prontamente, si tu bebé es acompañado de amor y afecto.

Tips para no caer en la desesperación

Aquí hay algunas cosas que usted puede hacer para ayudar a su niño a controlar su ansiedad de separación:

– No huyas: nunca, jamás, dejes a tu bebé sin despedirte. Puedes que creas que es más fácil, pero no: solo harás que su confianza en ti se evapore.

– Explícale: aunque creas que no te entiende, dile cada día que te vas a trabajar, a ordenar la casa o a hacer las compras y que jugarás con él al regresar. ¿Queda en buenas manos?, aléjate con confianza.

– Se paciente: tu bebé no entiende que regresarás, tu si: no salgas corriendo, toma tu tiempo para explicarle y despedirte.

– No cedas a su llanto: o nunca te irás y solo estarás prolongando el sufrimiento.

– Déjale un consuelo: una foto tuya enmicada, tu llavero suave o algún otro objeto personal lo entretendrá.

– Llévate un consuelo!: si vas a trabajar, llévate una sonaja de tu bebé o foto enmarcada. Tú también sufres de ansiedad por separación, por más grandota que estés.

– No te burles: bebé o niño más grande, jamás te burles de sus sentimientos.

– Juega a «donde está mamá» mientras te tapas la cara con una toalla o almohadón. Entenderá que estás ahí, aunque no te vea.

– Rutinas: no alterar las rutinas ayudan al buen descanso del bebé y a que esté mejor predispuesto a sobrellevar estas separaciones.

– Apego: ayudarlo con sus descubrimientos, cantarle, leerle un cuento o -simplemente- sentarse juntos a ver por la ventana, le ayudará a crear un fuerte vínculo de amor con sus padres y así se sentirá seguro y menos preocupado ante tus ausencias.