Generalmente, no nos preocupamos por nuestra fertilidad hasta que intentamos concebir, dado que nos pasamos los primeros 7 a 10 años de nuestra vida sexual activa intentando no quedar embarazadas. Aquí, una guía para saber si tu cuerpo está encaminado para la gestación.
Menstruación: Por supuesto, la menstruación mes a mes no es garantía de fertilidad, pero tenerla indica que estás ovulando normalmente, muestra de que tus hormonas están funcionando correctamente y liberan un óvulo cada mes.
Controla tu ciclo: Tener una idea sobre si tu cuerpo está ovulando en fecha y si tu ciclo menstrual dura los mismos días cada mes, te ayudará en el momento que quieras realizar una consulta con tu ginecólogo. Usa nuestra Tabla para el control de la ovulación para llevar el control de tu ciclo.
La mayoría de las mujeres ovulamos el día 14 de nuestro ciclo (el primer día de sangrado se cuenta como el día número 1) y si tomas tu temperatura basal todas las mañanas al despertar y antes de realizar cualquier movimiento, tendrás una gráfica que tendrá unos pequeños picos. Estos picos se dan alrededor del día de la evolución, ergo, en tus días con más chances de lograr un embrazo.
Fumar: el cigarrillo no solo es un pésimo hábito, si estás buscando quedar embarazada, la nicotina y el alquitrán de los cigarrillos pueden dañar los óvulos y hacer fracasar la ovulación. Esto hace más difícil la concepción. Y una vez embarazada, serías más proclive a sufrir un aborto involuntario si sigues consumiéndolo.
Fibromas o endometriosis: El dolor pélvico o el sangrado muy doloroso, pueden ser indicios de la presencia de fibromas o endometriosis. Lo malo de esto es que nadie se preocupa demasiado por estos factores hasta que se intenta un embarazo. Si bien ambos factores su un riesgo para tu fertilidad, no son factores determinantes para no lograr un embarazo.
Si el fibroma sobresale del útero, esto puede impedir el implante del feto o su desarrollo adecuado. Si esto se convierte en problema, se puede eliminar con una cirugía ambulatoria.
La endometriosis puede controlarse con una cirugía ambulatoria o con la toma de pastillas anticonceptivas.
Tu peso saludable: estar muy por encima o por debajo le peso que corresponde a tu talla y complexión física también puede ser un factor que te acerque a los problemas relacionados con la fertilidad.
En las mujeres con sobrepeso y obesidad, el exceso de grasa corporal puede alterar el delicado equilibrio de las hormonas necesarias para la ovulación y que ayudan al embrión desarrollarse y que se convierta en embarazo saludable. Por otro lado, las mujeres con muy poca grasa corporal pueden tener dificultades para quedar embarazadas debido a que sus cuerpos hacen las veces de conservación de energía para mantener el resto del organismo funcionando adecuadamente, lo que puede menguar la ovulación.
Si tu índice de masa corporal deseado (de 20 a 24) no está en ese rango, debes contemplar la necesidad de ponerte a dieta para alcanzar tu peso ideal, acompañado de una rutina de ejercicios. Estar en tu peso adecuado no solo te ayudará a lograr y mantener un embarazo: también te ayudará en el momento del parto y en la recuperación del postparto.
ETS sin chequeo medico: Las ETS o enfermedades por transmisión sexual sin tratar pueden propagarse a los órganos de todo el tracto reproductivo, causando enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Infecciones como la clamidia y la gonorrea pueden causar graves daños a los ovarios, las trompas de Falopio y otros órganos, lo que aumenta significativamente el riesgo de infertilidad.
Si nunca has hecho la prueba para detectar estas ETS, consulta a tu ginecólogo para mayor indicaciones sobre cómo proceder. Los antibióticos pueden tratar la infección y evitar daños mayores.
Cambiar tus hábitos de vidas por unos más saludables y un buen control médico, te acercan a ese embarazo tan deseado.
