La duración de la lactancia materna es una pregunta frecuente entre las madres y cuidadores, quienes buscan proporcionar la mejor nutrición posible a sus bebés. A pesar de las recomendaciones de expertos, las prácticas de lactancia pueden variar considerablemente entre culturas y familias. En este artículo, exploraremos lo que dicen las principales organizaciones de salud sobre cuánto debe durar la lactancia materna y los beneficios que trae amamantar a largo plazo.

Recomendaciones de organismos internacionales

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé. Esto significa que, durante este período, el lactante no debería recibir ningún otro tipo de alimento o líquido, ni siquiera agua. La leche materna proporciona todos los nutrientes esenciales que el bebé necesita, junto con anticuerpos que lo protegen de infecciones y enfermedades​.

A partir de los seis meses, se debe iniciar la alimentación complementaria con alimentos sólidos adecuados, sin dejar de ofrecer el pecho. Las guías de la OMS y UNICEF sugieren que la lactancia materna continúe junto con la alimentación complementaria hasta los dos años o más, ya que sigue siendo una fuente importante de nutrientes, especialmente en situaciones de inseguridad alimentaria.

Beneficios de la lactancia materna prolongada

Amamantar más allá del primer año de vida trae múltiples beneficios tanto para el bebé como para la madre. En términos de salud infantil, la lactancia prolongada sigue aportando nutrientes clave y fortalece el sistema inmunológico del niño, reduciendo el riesgo de enfermedades comunes como infecciones respiratorias, diarrea, y enfermedades crónicas más adelante en la vida, como obesidad y diabetes.

Para las madres, amamantar a largo plazo también ofrece ventajas importantes. Las investigaciones han mostrado que las mujeres que amamantan durante períodos prolongados tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama y de ovario, además de un menor riesgo de osteoporosis en etapas posteriores de la vida.

Adaptación de la lactancia según las necesidades del bebé

La lactancia materna no tiene una duración «fija» que sea ideal para todas las madres y bebés. Las recomendaciones de dos años o más no significan que deba ser una norma estricta. En muchas culturas, amamantar más allá de los dos años es común y aceptado, mientras que en otras, la lactancia tiende a detenerse antes del año de vida del niño.

Es importante que las madres y los padres se sientan apoyados en su decisión de continuar o interrumpir la lactancia según las necesidades de su familia. Cada niño desarrolla hábitos alimentarios y necesidades nutricionales diferentes a medida que crece. A medida que el bebé comienza a comer una mayor variedad de alimentos sólidos, puede requerir menos tomas de leche materna, pero seguirán obteniendo beneficios nutricionales y emocionales al continuar con la lactancia.

¿Cuándo se debería destetar al bebé?

El destete es un proceso gradual que ocurre cuando el bebé comienza a depender menos de la leche materna y más de los alimentos sólidos. Aunque el destete puede ocurrir de manera natural cuando el niño pierde el interés en amamantar, en muchos casos es la madre quien decide cuándo finalizar el proceso de lactancia. No hay una «fecha límite» universal, y cada familia debe tomar esta decisión según lo que sea mejor para ellos.

Si bien algunos bebés pueden mostrar interés en dejar de amamantar cerca de los dos años, otros niños pueden seguir buscando el pecho como una fuente de confort y seguridad. Por esta razón, algunas madres optan por continuar la lactancia incluso durante la etapa preescolar.

Es importante que el destete se haga de forma gradual y respetuosa para que sea una experiencia positiva tanto para el bebé como para la madre. Un destete abrupto puede causar molestias físicas a la madre, como ingurgitación mamaria, y puede generar estrés emocional en el niño.

Lactancia materna en diferentes contextos culturales

En algunas culturas, la lactancia materna prolongada es la norma. En varias regiones de Asia y África, no es raro que los niños sigan amamantando hasta los tres o cuatro años. En estos contextos, la lactancia no solo es una fuente de nutrición, sino que también juega un papel en el fortalecimiento de los lazos emocionales entre madre e hijo.

En otras culturas, especialmente en Occidente, existe una mayor presión social para destetar antes del primer año, debido a factores como el retorno al trabajo de las madres o la falta de información sobre los beneficios de la lactancia prolongada. Sin embargo, los expertos en salud infantil, como la Academia Americana de Pediatría (AAP), apoyan la lactancia materna prolongada, siempre que sea lo que la madre y el niño desean.

La decisión sobre cuánto tiempo debe durar la lactancia materna depende de cada madre y su bebé. Aunque las recomendaciones de la OMS, UNICEF y la AAP sugieren la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses y continuar amamantando hasta los dos años o más, es crucial que cada familia tome una decisión basada en sus circunstancias personales y las necesidades del niño. La lactancia prolongada ofrece beneficios significativos para la salud, y no hay una edad límite específica para detenerla, siempre y cuando tanto la madre como el bebé se sientan cómodos con la práctica.