Día internacional de las pérdidas gestacionales y neonatales

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El 15 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Pérdidas Gestacionales y Neonatales, una fecha de suma importancia para generar conciencia sobre un tema que afecta profundamente a muchas familias, pero que a menudo se vive en silencio. Este día tiene como propósito ofrecer un espacio para recordar a los bebés que no pudieron llegar a término o que fallecieron poco después de nacer, así como para brindar apoyo emocional a los padres y familias que han pasado por esta experiencia tan dolorosa.

Otras formas de mencionar esta conmemoración es «Día Mundial de Concienciación sobre la Muerte Gestacional, Perinatal y Neonatal», pero ambas formas refieren al mismo compromiso.

La realidad de las pérdidas gestacionales y neonatales

La pérdida gestacional se refiere a la muerte de un bebé en el útero, ya sea en el primer, segundo o tercer trimestre del embarazo. Por otro lado, la pérdida neonatal se refiere a la muerte de un bebé que ocurre dentro de los primeros 28 días de vida. Estas pérdidas pueden ser consecuencia de múltiples factores: complicaciones durante el embarazo, anomalías congénitas, infecciones, problemas durante el parto, entre otros. A pesar de los avances médicos y tecnológicos en el área de la obstetricia, estas tragedias aún ocurren con frecuencia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que alrededor del mundo suceden más de 2 millones de muertes intrauterinas al año, lo que equivale a una cada 16 segundos. Además, las muertes neonatales, aunque han disminuido en los últimos años, siguen siendo un desafío de salud global, afectando principalmente a países con menos recursos. La cifra no solo revela la magnitud del problema, sino también el impacto emocional que estas pérdidas tienen en millones de padres y familias.

El duelo invisible: Romper el silencio

Una de las características más trágicas de la pérdida gestacional y neonatal es que a menudo se vive en el silencio. Muchas familias no hablan abiertamente de su dolor, ya sea por la incomprensión de la sociedad, por sentimientos de culpa, vergüenza o por el estigma que puede existir en torno a este tipo de duelo. A diferencia de otros tipos de pérdida, la muerte de un bebé en gestación o poco después de nacer es un dolor difícil de procesar, porque para muchos padres, ese bebé ya representaba sueños, expectativas y un futuro compartido.

El Día Internacional de las Pérdidas Gestacionales y Neonatales pretende romper ese silencio. A través de esta conmemoración, se busca validar el dolor de los padres, reconocer a esos bebés que ya no están, y ofrecer un espacio donde las familias puedan compartir sus historias sin temor al juicio o a la incomprensión.

El papel del apoyo emocional y psicológico

El duelo por una pérdida gestacional o neonatal es profundamente complejo y único. Aunque cada persona experimenta el duelo de manera diferente, el proceso puede incluir sentimientos de tristeza, culpa, enojo, desesperanza e incluso aislamiento. Por esta razón, el apoyo emocional es fundamental para ayudar a los padres a sobrellevar la pérdida.

Cada vez más organizaciones, tanto públicas como privadas, están desarrollando recursos y servicios de apoyo para quienes han pasado por esta experiencia. Servicios como la terapia psicológica especializada en duelo perinatal, grupos de apoyo y espacios para el recuerdo son fundamentales para ayudar a las familias a procesar su dolor y aprender a vivir con la ausencia de ese ser querido que no pudo estar presente físicamente.

Iniciativas globales: La «ola de luz»

Uno de los eventos más simbólicos que se lleva a cabo en este día es la llamada «ola de luz», una iniciativa global en la que, a las 7 p.m. hora local de cada país, se encienden velas en memoria de los bebés que fallecieron. Esta ola de luz recorre el mundo, ya que al ser en diferentes husos horarios, las velas encendidas van pasando de un país a otro, creando una red de solidaridad y apoyo para las familias en duelo.

La importancia de la visibilización

Es fundamental que la sociedad tome conciencia sobre la importancia de este día, no solo para las familias afectadas, sino para todos. Crear un espacio donde se reconozcan estas pérdidas contribuye a derribar el tabú que las rodea y fomenta la empatía hacia quienes atraviesan por este doloroso proceso.

Asimismo, al visibilizar el duelo perinatal y neonatal, se fomenta una mayor comprensión por parte de los profesionales de la salud, asegurando que puedan brindar un acompañamiento más humano y sensible durante estos momentos tan difíciles. La formación de personal sanitario en este ámbito es crucial para que los padres reciban el apoyo adecuado desde el momento en que se enfrenta una pérdida.

El Día Internacional de las Pérdidas Gestacionales y Neonatales, que se celebra el 15 de octubre, es una fecha de gran relevancia para reconocer el dolor de millones de familias en todo el mundo. Al recordar a esos bebés que no pudieron quedarse, se ofrece a las familias un espacio para el duelo, la reflexión y el acompañamiento, y se ayuda a romper el silencio que rodea a este tipo de pérdidas. La creación de una cultura de apoyo y empatía es fundamental para asegurar que nadie tenga que enfrentar esta experiencia en soledad.

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