En éste post trataremos de aclarar las radicales diferencias entre un fular y una mochila portabebé.
El principal problema de las mochilas portabebés es la forma en que las pequeñas piernitas del bebé quedan colgando fuera de la mochila, recayendo en su área genital todo su peso. Debido a ese mal sostén, su columna también sufre con una postura poco natural y nada cómoda.
La situación empeora gravemente cuando se coloca al bebé en la mochilita y mirando hacia el frente: se lo obliga a arquearse para mantener la postura, con lo cual, sufre toda su columna.
Realmente, algo que no podemos dejar de destacar, son los incómodas que son las tiras de estas mochilas, que lastiman los hombros de quienes las usan, logrando que uno use éste tipo de mochilas por poco tiempo con el directo perjuicio para el bebé, quien será cargado menos tiempo por sus padres.
Y es que, lamentablemente, aún se cree que estas mochilitas son la mejor opción -o más económica- para llevar cargando a nuestros bebés y nadie se plantea si son problemáticas o no, al encontrarlas en cualquier supermercado, en el sector de bebés.
¿Y cuál es la posición correcta?
La posición correcta es la que llamamos popularmente de ranita: las piernitas, al estar dobladas en un ángulo aproximado de 45° con respecto a su cuerpo, se favorece el desarrollo correcto de los huesos de la cadera. Si no te das cuenta de cómo es la pose, checa que sus rodillas estén apenas más altas que sus pompis.
Esta posición se puede lograr muy bien con un fular o con una mochila ergonómica. Pero cuidado: muchas mochilas portabebés dicen ser ergonómicas y no es cierto.
¿Por qué es importante la posición de «ranita»?
Al acomodar al bebé en esta posición, logramos que su fémur se inserte correctamente en la cadera, lo cual es óptimo para todo bebé en desarrollo y, en especial, para bebés que presentan problemas relacionados a la displasia leve. Y su columna se posiciona en forma de «C», que es la tu bebé necesita para desarrollarla de manera adecuada.
Y más allá de todas las razones válida que leíste en este artículo, el fular es una excelente manera de iniciarte o mantenerte en la crianza con apego.
Criando a un hijo con apego y respeto, tendrás un hijo seguro de si mismo y del amor de sus padres.
Y no olvides que el porteo no se limita a los padres, puede ser practicado por cada persona que rodea directamente al bebé, siempre y cuando su condición física lo permita, como abuelos, tíos, niñeras, etc.
En Mamás y Bebés tenemos una nota sobre cómo elegir un portabebés seguro, en donde te incluimos las principales opciones en cargadores de bebés.
Last modified: 30 junio, 2014
hay que empezar a criar con mas apego, a ver si salvamos este mundo loco q tenemos !!!
Totalmente de acuerdo, Eve.
[…] para que no me viera obligada a cargarla cada vez que salieramos a la calle. Claro, en esa epoca no sabía lo malo de esta mochilitas comerciales, cosa que ya lo pude tener en cuenta para con la llegada de […]