En un mundo ideal, sería perfecto vivir un embarazo acompañada de una doula. No las 24 horas pero al menos si, desde el momento en que comienzas a prepararte para el embarazo y vas pensando en un plan de parto. Una doula, te lo hemos contado, también puede acompañarte durante el parto y ser un apoyo para la partera. Incluso, puede continuar acompañándote en el postparto.

La partera puede ser quien te lleve a través del curso psicoprofiláctico hasta colocar al bebé en tus brazos.

Tanto la doula como la partera se vuelven parte de un círculo más cercano, pero sus formaciones son diferentes. Ambas son expertas que cuidarán de ti y de tu bebé desde el momento en que comiencen a acompañarte.

¿Qué hace cada una?

La partera tiene que ser una persona con formación médica, quien te ayudará a dar a luz a tu bebé. Generalmente, las encontramos al momento de un parto natural y/o un parto en casa, dado que son una opción para tener un parto no medicalizado. Todo esto, en un embarazo que indique un posible parto de bajo o nulo riesgo.

Una doula nunca reemplazará a un obstetra o a una partera. Una doula te acompañará con sus conocimientos y su apoyo emocional durante el embarazo y parto. Hay doulas especializadas en el postparto, ella te ayudarán con el cuidado de tu recién nacido y a establecer la lactancia materna, si dar el pecho es tu elección.

¿Dónde encontrar una partera?

Si vives en una gran ciudad o en su periferia, puede ser más complicado encontrar una partera. Una terminará consultando y entregando su parto a un obstetra tradicional. Máximo, encontraremos a una partera como auxiliar del obstetra y ocupándose de tareas menores. Una partera puede encontrarse en comunidades más aisladas, en donde las visitas de un ginecólogo u obstetra son especiadas y no suelen estar presentes en el momento clave.

Las parteras se vuelven esenciales para controlar el embarazo mes a mes, para el momento del parto y la posterior atención de la mamá y el bebé.

¿Dónde encontrar una doula?

Es una bendición que cada vez encontremos más doulas. Asegúrate que tenga una certificación cercana a Lamaze o a DONA International (es la organización certificadora de doulas más grande). Encontrarás dos tipos de doulas:

Doulas para el embarazo y parto, quienes te pueden dar tips para reducir molestias, sugerencias de ejercicios de relajación y apoyarte a redactar el plan de parto deseado. Incluso, algunas te acompañarán durante el trabajo de parto, ayudándote en ese momento especial y en donde necesitas a alguien de mano firme que te ayude a relajarte, a manejar el dolor y ayudar a que el trabajo de parto progrese de forma natural.

Según DONA International, las mujeres que usan doulas de parto tienen menos probabilidades de usar analgésicos, menos probabilidades de requerir oxitocina o una cesárea y es más probable que califiquen su experiencia de parto como positiva. Sin embargo, la Asociación Estadounidense del Embarazo dice que las doulas son útiles en todo tipo de situaciones de parto, incluso en los tradicionales partos en hospitales. Pueden ayudar a las madres medicadas a lidiar con los efectos secundarios y, si tiene que someterse a una cesárea, pueden ofrecer un apoyo invaluable durante todo el proceso emocional.

Doulas postparto apoyan los días y/o semanas posteriores al nacimiento en donde la mamá necesitan un soporte emocional importante. Te ayudará con la hora de dar el pecho, calmar al bebé. Incluso, darte chance de tomar un baño decente, mientras vigila a tu bebé. Es una inversión económica importante pero vale la pena.

Doula o partera?

Tener a ambas sería una oportunidad estupenda y que deberías considerar, si existe la posibilidad. Ambas se complementan, no compiten y sólo tienen un objetivo en común: Cuidar de ti y de tu bebé.