4 febrero, 2011• byViviana Gonzalez
A un niño pequeño se le puede dificultar el concepto de que un bebe crecerá en tu vientre. Ellos son prácticos: lo que ven existe, lo que no ven o no entienden, no existe. Y si el niño es muy pequeño y aunque tu estés de nueve meses con un vientre muy abultado, para el no existirá demasiada diferencia porque sigues siendo su mamá, solo que algo distinta.
Estar embarazada con niños pequeños bajo tu responsabilidad puede ser más que difícil y agotador. Integrar a tus hijos en el embarazo puede hacer las cosas un poco más fácil y hasta divertido. Aquí, algunas maneras de involucrar a todos, para que sea un «embarazo familiar».
– No les repitas continuamente sobre «tu hermanito, tu hermanito, tu hermanito». Limítate a hacer algún comentario ocasional, responder sus preguntas sencillamente y -aunque sea más complicado- llévalo a tus consultas prenatales, claro, sólo si tu hijo demuestra estar verdaderamente interesado.
– Cuando compres algo para el bebé como talco, champú, jabones, comentale que tiene que aprender cual es cual, para que -llegado el momento- te haga el favor de alcanzartelos.
– Cuando tiene la capacidad de entenderlo y razonarlo, es mejor que los niños sepan del embarazo desde el principio, cuando se ha confirmado que ya no hay riesgos aparentes de pérdida del mismo.De no hacerlo, ellos pueden tomarlo como una traición o engaño.
– Compra algún libro con ilustraciones sobre el embarazo y entre todos, chequen en que etapa se encuentran el bebé. Los niños se sentirán más estimulados a preguntar.
– Revisen fotos de cuando ellos fueron niños y comentarles como los disfrutaron en esa etapa y todo lo que hicieron por ellos.
– Dependiendo de la edad y el nivel de comprensión, explicale por qué te sientes tan cansada y/o de mal humor.
Anticipando
Por ejemplo, deben saber que los bebés lloran (y que algunos lloran mucho!) y que les calma y les gusta cuando se les habla y se les hace muecas. Marca diferencias desde ahora: tu hijo ya puedes vestirse y alimentarse solo, y el bebé, no. Tu hijo tiene que saber que -en su momento- le dedicaste todo tu tiempo y amor, tal y como harás ahora con el bebé.
Manos a la… panza!
Por lo general, por el quinto o sexto mes, los niños mayores ya pueden sentir que el bebé se mueve. Permite que ellos toquen tu panza e imaginen que estará haciendo el bebé o que parte de su cuerpo estarán tocando.
Creando un nuevo vínculo
Si ya saben el sexo y han elegido el nombre, úsalo en vez del genérico «el bebé» o usa el sobrenombre de cariño que -de seguro-ya ha de tener. Cuéntale que el bebé puede reconocer las voces de sus hermanos. Los estudios demuestran que los bebés tienden a volverse hacia las voces que reconocen inmediatamente después del nacimiento.
Celos
Aunque tengas la mejor de las intenciones, pronto te darás cuenta de que es difícil darle el mismo grado de atención a cada miembro de la familia. Tarde o temprano, los niños se dan cuenta de que deben compartir a su mamá con el nuevo miembro de la familia. Por esto, debes aprovechar todo los meses de embarazo para preparar a tus hijos mayores para la vida que tendrán después de la llegada del bebé.
No te preocupes, con el paso de las semanas, todos estarán adaptados como si ese pequeño bebé hubiera estado siempre con ustedes. Y tus hijos mayores comprenderán que han ganado un compañero para toda la vida.
Last modified: 8 febrero, 2014