Esta mañana hicimos la primer ecografía del bebé. Me levanté temprano y salí a caminar con Rosario, mi hija mayor. Le conté sobre la eco y muy segura me dijo: «¡Yo voy!». Mi compañera incansable no iba a dejarme sola en semejante acontecimiento.

Llegamos a casa y las encuentro en la cama a Pía y a Ber durmiendo. Las despierto y les digo: «mamá en un rato se va al doctor, hoy vemos al hermanito». Se sientan en la cama y Pía anuncia: ¡Yo voy! y Ber agrega: ¡Y yo!

Así partimos: mamá, papá muy poco convencido de que las nenas fueran y las tres peques radiantes y felices. Me llama el doctor, paso y por detrás comienzan a entrar, ya que no sabíamos si iban a permitirles presenciar la ecografía. «Esta es mi familia» anuncio. «Mis hijas y el culpable» (Risas, buena señal, todos adentro!!!)

El doctor, un dulce, les explicó cada detalle: acá está el nido, acá está su hermanito, este es el corazón… TUM TUM TUM el corazón de mi bebé, a mí se me caían las lágrimas, Ber me besaba y mis otras nenas embobadas agarradas de la mano… mi marido… ¿marido? ¡ah! estaba ahi! pobre, la verdad es que no lo vi, ajajjaja

Está todo perfecto mamá, tu bebé es de manual. Imprimió una foto para cada enana y asi partimos los cinco, felices y con el corazón en llamas.

Una foto está en el atril con las partituras de la flauta traversa, otra foto está en la casita de muñecas y la tercer foto, en la mesa de luz.

Los latidos están en mi cabeza, es música para mi. Es comprobar una vez más el milagro de la vida que llevo en mi interior.