Cuando se habla de lactancia materna, en general, se habla de los beneficios que otorga al bebe, a corto, a mediano y a largo plazo. De los beneficios que genera para la mamá, poco se habla.

De lo que aún cuesta hablar es del tema del colecho, mucha gente aún insiste con que es perjudicial para la relación marital y para el desarrollo infantil. También nos sugieren que si el bebé duerme en su propia cuna o en su propio cuarto, descansaremos por más tiempo, porque dormiremos sin «molestias». Nada más alejado de la realidad.

El biberón no es ayuda

Casi todas hemos recibido el consejo de «dale el biberón por las noches, así podrás dormir mejor y por más tiempo». Y esto rotundamente es falso, dado que la leche de fórmula solo se debe preparar en el momento de se consumida y lo que sobre, debe desecharse rápidamente. Si sumamos, el tiempo que invertimos en cargar al bebé, darle de comer, sacarle el aire, volverlo a acostar (y rogar que no se despierte) definitivamente, no estarás durmiendo más tiempo.

Lactancia y colecho ayudan en la depresión postparto

Aquí es donde surge un nuevo estudio publicado por la revista Clinical Lactation. Ellos encuestaron a 6.410 madres durante el primer año posterior al nacimiento. A pesar de que todas las madres experimentan fatiga, se encontró que las madres que habían practicado la lactancia materna exclusiva no sólo durmieron significativamente más horas durante la noche que otras madres, si no que también tenían más energía durante el día, un mejor estado de ánimo, mejor salud en general, y una mayor sensación de bienestar. Una mamá que practica el colecho no debe levantarse para alimentar a su bebé, mucho menos, trasladarse a otra habitación para alimentarlo varias veces en la noche.

Así que si queremos evitar aumentar la posibilidad de sufrir depresión postparto en las nuevas madres, ya sabemos que la lactancia y el colecho ayudan a disminuir esas posibilidades.

En cambio, las ideas de separar a los recién nacidos de sus madres, lejos de facilitar el descanso de la mamá, le provocan falta de sueño, con el cansancio que esto conlleva, dejándole el camino libre a la depresión.

Más beneficios

La lactancia tiene muchos beneficios más allá de aligerar o evitar una depresión postparto. La leche materna mejora innegablemente el sistema inmunológico del bebé, mejora las funciones del cerebro e incrementa el IQ, reduce el riesgo de padecer cáncer de mama, ayuda a perder el peso ganado durante el embarazo más rápidamente, y es un gran apoyo emocional que favorece la vinculación de las madres con sus bebés, por solo mencionarte los beneficios más obvios.