Un tema polémico en diversos foros de maternidad e incluso en reuniones con otros padres es el poner límites, en muchas ocasiones el término es mal interpretado y confundido con el rigor, con la formación de soldaditos a los que se les corta la libertad de ser niños. Y por otra parte si alguien dice, yo no le pego a mi hijo, comienzan los sermones de que es necesaria la disciplina y unas tantas cosas más (recordemos que disciplina no es sinónimo de gritos y mucho menos de golpes) ¿entonces? ¿Es posible establecer límites con respeto y amor? Revisemos primero ¿Por qué son importantes los límites?.
Los límites ayudaran al niño a sentirse en un ambiente más seguro, si leyeron bien ambiente seguro, pues ellos podrán desenvolverse con mayor soltura antes diversas situaciones lo que dará como resultado un ser humano autónomo, los niños son nuevecitos en esto de vivir y es necesario brindarle la pauta para que sean socialmente adaptados, alguien alguna vez me dijo: “es que a nosotros no nos importa lo que piensen los demás, mi hijo así es libre y feliz”. Creo que no se trata de que demos peso o valor a las opiniones de los demás se trata de que nos guste o no vivimos en una sociedad, donde nuestros pequeños deberán desenvolverse, comportarse, actuar, y no siempre estaremos a su lado, es por ello que deberán tener las bases necesarias para interactuar, tan solo en el colegio, ellos estarán ahí sin nosotros, convivirán con maestros y compañeros, que mejor que ellos estén seguros de cómo comportarse , enfrentar las frustraciones y muy importante: sepan poner límites a los demás.
En mi experiencia personal como madre he tratado de poner los límites adecuados a mi hijo y tengo que decirles que no es una tarea fácil pero si muy gratificante y aun a pesar de trabajar en ello desde siempre llego el día en que me llamaron del colegio para decirme que el niño no tenía claras las reglas, ni las indicaciones, no tenía límites. ¿Pero cómo era posible? Pues tan sencillo como que algunos detalles se me escaparon, el lenguaje, quizás poco claro, él tiene sus responsabilidades en casa, sin embargo no sabía que eso eran, era común que yo utilizará el término “castigo” si no se cumple tal o cual cosa (muy importante aclarar que mis castigos nunca han sido ni serán golpes, era el no comprar un dulce a la salida o no ir a algún lugar), la recomendación fue cambiarlo por “consecuencias”, tanto positivas como negativas, dar énfasis en las tareas bien realizadas, armarnos un pizarrón de responsabilidades (y creo que ese será tema de otro post).
Algunas recomendaciones que se dan al respecto de poner límites son las siguientes.
- No cambiar la instrucción de un momento a otro (esto generaría dificultad en el niño para comprender lo que se espera de él).
- Jamás etiquetar al niño (no se debe decir “Eres un grosero”, “Eres malo… etc.etc) deberá cambiarse por señalar adecuadamente el problema:” Lo que hiciste estuvo mal porque…”
- Utilizar un lenguaje sencillo y claro
- Recordar que se limita la conducta más no los sentimientos.
- Paciencia, dedicación, consistencia, firmeza son cualidades a desarrollar en los padres
En esta tarea he tratado de tener con mi hijo mucha comunicación, platicamos mucho, aún nos falta camino por recorrer, no es magia ni mañana ya todo será color de rosa, pero estamos trabajando en ello con todo el amor del mundo
Para mí, los límites con amor y respeto si son posibles.
Last modified: 16 enero, 2013
Los tips me encantan!! sencillos y faciles de aplicar.
Lo importante es mantenerse firme en la decision, para no confundirles.
Súper interesante tu experiencia y muy útil!!!
Gracias!!!
En algún lado leí sobre la importancia de los límites algo que me encantó… Cuando vas manejando en una carretera que no tiene pintadas las rayas que dividen un carril de otro te puedes sentir perdido, atemorizado… Pues esas rayitas son precisamente el límite entre un carril y otro. Tal como dices, esos límites nos ayudan a ir más seguros en nuestro camino.
Lo mismo debemos ofrecer a nuestros hijos. Pequeñas rayitas que les ayuden a sentirse seguros, cualquiera que sea el camino.
Tienes mucha razon Edna!!! me encanto la analogia de la carretera justo es eso pintar las rayitas para que vayan seguros =)
Claro que se puede, con amor todo es más llevadero y con los hijos no es la excepción, es bueno marcarles el camino a seguir, sin obligarlos, ni presionarlos, al final somos su guía, pero recorremos el camino juntos, en compañía y debemos intentar hacer las cosas lo mejor posible.
Como dice Rosa Jove en su libro La crianza feliz, un tarrito lleno de miel solo puede derramar miel… Limites sí, pero sin violencia ni verbal ni física. Muy buen post enhorabuena