Tener hijos implica tomar decisiones desde el momento en que tenemos la prueba de embarazo positiva en la mano. El doctor que nos atenderá, la clínica donde nacerá, cesárea o natural, con o sin epidural. Nombre, ropa, decoración, artículos a comprar.

Hay de las decisiones fáciles, de las relativamente fáciles y de las que nadie quisiera tener que asumir, como la de esta madre de siameses de Pennsylvania (Estados Unidos).

Michelle y Kody dieron la bienvenida hace pocos días a sus gemelos Andrew y Darrett. Los bebés nacieron unidos desde el esternón hasta la cintura, compartiendo el corazón y el hígado. Su condición es inoperable, o más bien, operarlos para separarlos implicaría la inevitable muerte de uno de los bebés y la falta de garantía que el bebé «elegido» sobreviva a esa cirugía mayor.

La historia de los gemelos fue dada a conocer a través de la cadena de noticias CNN. Aquí, el vídeo en inglés:

Sus padres declararon que no recurrirían a una cirugía para separarlos porque (sería) perder uno y tener al otro. Nacieron juntos, pueden permanecer juntos. Son buenos para respirar, están llorando. Están haciendo todo lo que un recién nacido normal haría. Es por eso que los vemos como nuestros bebés milagro. .

La situación es por demás difícil y a la presión se suma la opinión social: que si los padres son egoístas, que si los niños no llevarán una vida sana e independiente, etc. Creo que no nos queda más que respetar la decisión de esos padres (angustiados, seguramente) y esperar que los peques puedan tener una buena calidad de vida.