Nadie quiere pensar que luego del cansancio físico y emocional que implica atravesar un parto y las primeras horas junto a un bebé, se va a tener complicaciones molestas. Pero el postparto puede incluir alguno de los siguientes dolorosos problemas pero no te preocupes, todos tienen alivio y pronto desaparecerán.
Hemorroides
Las hemorroides aparecen ya sea por la presión de pujar durante el parto o a causa del estreñimiento. Las hemorroides son venas inflamadas que van del ano al recto y en ocasiones, se ven alrededor del orificio anal.
Aunque desaparecen por si mismas, si son muy dolorosas, el doctor puede recetarte una crema local anestésica para disminuir las molestia y un supositorio o comprimidos para ablandar las heces. Si la picazón se intensifica o si el sangrado proviene de esa zona, debes acudir de inmediato con tu doctor.
Prolapso pélvico o de vejiga
Llevar en tu vientre un bebé de 3 kilos y medio (en promedio) cómodamente instalado sobre tu vejiga, puede traer consecuencias, como el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. Al suceder esto, el útero, la vejiga o los intestinos pueden moverse de su posición habitual, causando incontinencia urinaria. En caso más graves, puede presentarse la incontinencia fecal.
Tu doctor te recomendará iniciar la recuperación con los ejercicios de Kegel: La buena noticias es que del 50 al 70% de las mujeres que los practican con constancia, presentan mejoras radicales luego de seis meses de ejercitarse.
Pero si sientes alguna protuberancia dentro de tu vagina o tienes problemas para orinar, debes recurrir con tu doctor.
Complicaciones de la episiotomía
Es uno de los más dolorosos problemas que las mamás suelen reportar. Aunque muchos doctores ya prefieren no realizarlas, muchos otros aún las practican y ese corte en el perineo (el espacio entre la vagina y el ano) puede provocar molestias al orinar.
La herida puede arder al orinar. Si comienza el sangrado, debes acudir con tu médico. Para aliviar el dolor puedes aplicarte hielo, previamente colocado en una bolsa de plástico y cubierto con un paño de algodón limpio. Los baños tibios de asiento también ayudan.
La mayoría de las episiotomías sanan sin mayores problemas.
Sangrado vaginal
Un sangrado continuo es algo a esperar luego del parto. Esto sucede mientras el útero regresa a su tamaño original. A pesar de ser algo esperado y común, el sangrado no debe ser más abundante que una menstruación normal. Si el sangrado es mucho más profuso, puede deberse a que parte de la placenta haya quedado retenida.
Un sangrado abundante también puede ser por falta de descanso. Si te recuestas y te relajas y la hemorragia se controla, es la muestra de que estabas haciendo más de lo que tu cuerpo soportaba. Si el descanso no fue suficiente y el sangrado continúa, incluso, hay presencia de coágulos, es momento de ir con el doctor.
Como verás estos dolorosos problemas pueden sucederte pero si tu y los que te rodean están atentos, se pueden superar sin mayores consecuencias.
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Last modified: 13 junio, 2021