Tu bebé y la toma de medicinas

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Darle sus medicinas a un pequeño bebé se puede convertir en una sesión de malabares, contorsionismo y lágrimas. Nuestra paciencia se pone a prueba y para evitar que se convierta en una situación angustiosa para ambas partes, sigue leyendo éste artículo.

Darle medicina a tu bebé requiere de habilidad y un básico conocimiento técnico. Una vez aprendido, te sentirás con más seguridad para administrárselo y tu bebé opondrá menos resistencia si no percibe nerviosismo de tu parte.

Tu bebé y la toma de medicinas

– Con las medicinas líquidas, es indispensable usar el vasito, jeringa o cucharita que provee el mismo medicamento. De no tenerla, usa la de otra medicina, pero no uses cucharas de la casa: Tienen diferentes medidas y profundidades y es muy probable que le des una dosis incorrecta.

– Sea vasito, jeringa o cucharita, se debe lavar y enjuagar cuidadosamente, para dejarse listos para el siguiente uso.

– Siempre sirve la dosis correcta. Ni «un poco más por si lo escupe» ni «no tanto porque luego no lo toma».

– Algunos doctores indican que se mezcle con la leche o con jugo si son más grandes. No todos los medicamentos pueden consumir de esta manera. Consúltalo con anticipación con tu profesional de la salud.

– Con el paso del tiempo, irás descubriendo si tu bebé tolera mejor las medicinas luego de la toma de pecho o biberón, al despertar de una siesta, etc.

– Revisa que el medicamento no esté caduco. No sólo no tendrá la misma efectividad: Puede enfermar gravemente a tu bebé, quien no cuenta con una inmunidad igual a la de un adulto.

Y lo más difícil de todo: No pierdas la paciencia. Eso sólo aumentará la resistencia de tu bebé y aprenderá a temerle a «eso» que quieres meterle en la boca. Tampoco ayuda que, cuando comentas esta dificultad, nunca falta quien diga «mi bebé lo toma sin problema y hasta sonríe mientras lo hace». No te bases en eso ni permitas frustrarte por comentarios así.

Finalmente, siempre pide el consejo de tu médico pediatra para la administración de medicinas. Tu médico debe ser quien dicte cantidad, frecuencia y modalidad de la toma.

Imagen | Foto de Polina Tankilevitch en Pexels

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