Una Navidad espiritual (y menos comercial) para tu familia

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Cuando nuestros hijos ya están en edad de comprender y de relacionar la Navidad únicamente con el recibir regalos, es momento de intervenir y hacer que la Navidad sea un evento espiritual más que comercial.

Aquí, unas ideas para toda la familia:

– Si tu religión la festeja, asistan a un servicio religioso antes de la cena. Que todos participen en la conmemoración del nacimiento de Jesús sienta las bases del futuro espiritual de los más pequeños.

– Decorar el árbol en familia y contarles como lo vivías de pequeña los hará sentir parte de una tradición. Trata de armarlo cada año el mismo día. Por ejemplo, el primer domingo de Adviento o el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. Hagan del primer encendido de luces, una verdadera ceremonia: tu hijos lo apreciarán para siempre.

– Los más grandecitos pueden ayudar con la cena. Desde mezclar algunos ingredientes, hasta acomodar los cubiertos y vajilla en la mesa, dentro de sus posibilidades. Los más pequeños, pueden colorear las tarjetas de ubicación, si serán muchos los invitados.

– Explícales que lo importante de la Navidad es recordar el nacimiento del Salvador y que los regalos que trae Santa Claus (Papá Noel, San Nicolás, Reyes Magos) son para celebrar ese nacimiento. Y que a veces no se pueden comprar, pero que siempre hay que agradecer la posibilidad de celebrar en familia.

– Si los más pequeños esperan a Santa Claus, ayudar a prepararle un vaso con leche, unas galletas y zanahoria rallada para los renos, les servirá para bajar la tensión antes de dormir y así esperar la mañana de Navidad y la apertura de regalos.

– Pensar en los demás es válido. Y como para recibir primero hay que dar, hazlos separar juguetes y ropa en desuso (pero en buen estado) para donar a algún centro comunitario local.

– Escuchen villancicos. Al pie del árbol, junto a una bebida caliente (o fría, si tus fiestas coinciden con un caluroso verano) los villancicos suenan más dulces. Cántalos y anima a tus hijos a imitarte. No importa si desafinan: están empezando a crear las bases de sus futuras fiestas como padres.

Todos hemos contribuido a que las fiestas se vuelvan un evento consumista. Pero todos podemos hacer algo para que vuelvan a ser un evento espiritual en nuestras vidas.

Imagen | Shutterstock

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