Cuando nació Rosario, (mi bebé de 10 años, jaja) yo trabajaba 4 horas al día en un estudio de diseño. Me pude tomar un mes de licencia por maternidad. El día que volví, que dejé a mi bebé al cuidado de su papá, me sentí morir: literalmente me dolía el cuerpo. Terminaba mi horario y volvía corriendo a casa… todos me decían que debía tomarme esas horas como un recreo… ¡una tortura eran para mi!
Cuando nació Pía (mi bebé de 7 años) estaba fundida. Mi marido no tenía trabajo fijo, sólo sacaba fotos los fines de semana, mi empresa de diseño había fracasado y tenía deudas. Pero como cuando se cierra una puerta, se abre una ventana, una semana antes del parto comencé a trabajar para una agencia de publicidad de Medio Oriente. Me tomé 4 días de licencia tras el parto. Trabajaba doblada del dolor por la cesárea y la falta de sueño con Pipi en brazos. A sus dos meses, le sumé un trabajo fijo en una consultora de 6 horas al día. Conclusión: me pasé casi tres años durmiendo máximo 4 horas por día, con sobredosis de café, red bull y una locura galopante que casi me deja pelada. Literalmente se me caía el pelo de a mechones, me salieron moretones en todo el cuerpo y dejé el trabajo en la consultora. Ahi me animé del todo a trabajar por mi cuenta.
Cuando finalmente pude parar la pelota y pensar en lo que había echo me di cuenta que fue una locura. No es al vicio que una necesita un tiempo después de parir para conectarse con su bebé, para rearmar la familia, para fortalecerte física y emocionalmente. Debemos darle tiempo al torbellino hormonal a que encuentre su equilibrio nuevamente. Ojalá fuera empleada pública y tuviera los 6 meses que marca la ley… pero no, soy profesional independiente, por lo que el «si no trabajo, no como» aplica.
Cuando nació Bernarda (mi bebé de 4 años) me agarró mejor parada en la vida: ya trabajaba en casa hacía un año y mi marido tenía trabajo fijo, por lo que me di el «lujo» de volver al trabajo un mes después del nacimiento, con mi bebé en brazos y sin horarios. ¡Y cómo se nota la diferencia! no sólo en la salud, sino, en la locura posterior al nacimiento…
Con el pronto nacimiento de Ornella (en unos 20 días aproximadamente) voy a hacer lo mismo: me voy a tomar mi tiempo. Quizás no sea el óptimo ni el soñado, pero si el que necesito mínimamente para recomponerme, para reacomodarnos, para conocer a mi bebé y para calmar mis hormonas alteradas… por lo pronto, dejé todo organizado para que no se note tanto mi ausencia en las redes sociales…
Es importante conocerse, saber lo que uno necesita, y darse tiempo. Tiempo para descansar, para conectarse, para redescubrirse y redescubrir a esta nueva familia que se forma a partir de que llega un integrante más… tiempo…
Last modified: 6 noviembre, 2013
genial Pao !!! tomate tu tiempo, que de extrañarte, nos encargamos nosotras!!!
<3